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Pastoral 09 JULIO 2023

Pastoral 09 de Julio - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡Sacando el Anatema de la Casa!

“Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros”. Josué 3:5 Todos los que hemos vivido la tremenda experiencia de nuestra Vigilia de Oración, hemos sido desafiados a un tiempo de santificación, de ayuno y de clamor por la sanidad de nuestra Tierra. Si Bolivia ha de ser sanada es porque habremos continuado y profundizado la sanidad y liberación de nuestras vidas y hogares.

Como nunca antes, urge que nos preparemos espiritualmente para lo sobrenatural de Dios en nuestra generación y en nuestro Territorio, pues fuimos llamados a influir poderosamente en esta generación tan necesitada, pues tenemos patrones de comportamiento y fe diferentes a los que son vividos en el mundo sin Cristo. El Señor Jesús declaró: Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.(Mateo 5:13).

Además, tenemos de Dios la PROMESA: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. (2 Crónicas 7:14). Con tal motivo hemos lanzado el gran desafío espiritual de purificación del ambiente físico de nuestra casa, que por supuesto repercutirá en el ambiente espiritual del lugar donde vivimos, para que el enemigo no tenga ninguna legalidad sobre él.

La Palabra de Dios nos enseña que cuando el pueblo de Israel se preparaba para celebrar la Fiesta de la Pascua, era necesario antes eliminar toda levadura de la casa, pues por ocho días comerían panes sin levadura. Era la purificación de la levadura en la casa. Todo lo que tuviera levadura o presencia de materia leudante debía ser eliminado del ambiente familiar, con el propósito de que todos estuvieran conscientes de que lo que es del pecado (comparación con la levadura) debería ser expulsado de la casa. Éxodo 12:18-20 nos dice: «En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde, hasta el día veintiuno del mes por la tarde. «Por siete días no habrá levadura en vuestras casas; porque cualquiera que coma algo leudado, esa persona será cortada de la congregación de Israel, ya sea extranjero o nativo del país. «No comeréis nada leudado; en todo lugar donde habitéis comeréis panes sin levadura.»

El apóstol Pablo aclara para nosotros esta figura en 1 Corintios 5:6-11: “Vuestra jactancia no es buena. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo, nuestra Pascua, ha sido sacrificado. Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad. En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis.

Hay, pues, una imperiosa necesidad de limpieza en nuestros hogares y, aunque esta purificación se realice en lo físico, ella es también espiritual. El Antiguo Testamento demandaba esta limpieza “bajo pena de muerte al pueblo de Israel”, pero el Nuevo Testamento de modo específico advierte el verdadero sentido de esta práctica y que tiene que ver con la purificación de la carnalidad, el pecado, la suciedad del hombre interior y exterior.

Esta limpieza es una señal física, manifestada por la obediencia a Dios y por la fe en Su Palabra. El fruto de esto será la purificación de la vida, del “TEMPLO” o de la “CASA” del hombre de fe. El apóstol Pablo dijo: “Un poco de levadura fermenta toda la masa”. (Gálatas 5:9). Por eso, en todo este mes de julio, estaremos involucrados en este afán de Santificación, Ayuno y Clamor por nuestra Tierra, y sacaremos de nuestras casas todo objeto de adoración pagana y cultos relacionados a ídolos, estrellas mágicas, todo rastro de alcohol, o presencia de vicios, juntamente con toda suerte de objetos relacionados al sexo inmoral e impuro. De igual manera la música del mundo y los libros de brujería, literatura humanista (materiales de autoayuda) y similares. Además, objetos relacionados al espiritismo y prácticas de hechicería aun siendo en forma de objetos de “arte” en nuestras casas: soles, lunas, estrellas, serpientes, budas, pirámides, elefantes blancos, llama platas, equecos, brujitas, o cuadros de artistas idolatrados por el mundo, pornografía, y calendarios inmorales. Separaremos también películas de violencia, sexo, adulterio, rebelión juvenil, terror, zombis, vampiros, brujas, hechicería, suicidio, impiedad o de familia disfuncional (como “Los Simpsons”).

Al final de este mes traeremos todas estas cosas al Coliseo del Real Santa Cruz donde destruiremos todo rastro de maldad sobre nuestra casa al entregar nuestro ayuno en un tiempo de santificación y purificación. Estaremos señalando día y hora para esta reunión específica, donde destruiremos todo lo que, por ignorancia o por desobediencia, hemos permitido que entrara en nuestros hogares.

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.